viernes, marzo 27, 2009

ESPEJISMOS


"A veces le ofrecía una rosa cuyos pétalos milenarios
estaban cristalizados en sus granos."
Sebastián Danchin (El desierto de Aladino)



Si por casualidad frotara
mis pies en tu arena
entre danzando
entre flotando
perturbando la soledad
en el orden de tu universo,
ruedan distinto los días
distinto las noches
entre abrasar
entre helar
primero descalzo el aventurero,
después desnudo en su andar.
Sea por el manto del sol
o el cobijo infinito estelar
el camino atraviesa inquieto
el curso del viento,
el escondite de las rocas
y el andar de las serpientes.
Bajo la primera sombra
cae la siesta del soñador
junto a la rosa del desierto
que cristalizada revela
con armonía sus secretos:
belleza insólita de pasión,
tesoro que brilla entre dunas
en las doradas manos
del aventurero.
Reina la luna,
solo entre el primer silencio
suena el primer
resplandor del sol;
y él, el aventurero,
bebe la visión plateada
del encantador oasis.
Dentro de su espejismo
va a llegar el día
y el tiempo come
en la arena del reloj.
Ahí en la realidad
llegará pronto la noche
y con ella la necesidad
que el desierto cubre.

Sentimiento Oceánico


Donde el logos inicial
despunta intempestivamente,
donde nos encontramos
renovados como ser
en las palabras del poeta.
Ahí donde la intemporalidad
nos lleva a ser uno,
nos encontramos
frente al absoluto
como el más capaz
de los héroes, recién capado.
Inmensidad oceánica,
imponente oscuridad,
arcano de lo inescrutable
colocado en silencio inanimado.
No hago justicia a tu éxtasis
con mis limitaciones;
sigues sin descripción
en las lenguas actuales
y en las que eran y ya no son.
No alcanzo contacto frente
a tal grandeza avasalladora,
apaga mi vista antes que muera.
No comprendo la miseria de ser nada,
no entiendo la magnificencia de ser en todos.